domingo, 16 de agosto de 2009

Hora Local en la muleta de un torero muerto (1991)

El Tiempo, 18 de enero de 1991. Con la publicación de su primer larga duración, se escribía (oh ironía) el principio del fin de una de las bandas más influyentes en la historia del underground bogotano.

La fortuna permitió que Mani Mouré escuchara el sarcasmo y la chispa de las canciones "Matanza en el bar" y "El rock no te necesita" y aceptara visitar Colombia para producir el álbum de Hora Local.

El resultado fue más que satisfactorio para un rock colombiano por entonces aun escaso en obras maestras. Allí confluyeron el humor de "Patiobonito", el aire lúgrube con influencias británicas de "Pasó de todo", "Héroes americanos" y "La chica de Chernobil" o la actitud punk de "Orden público alterado" y "El mundo que los hippies construyeron". Aun hoy podemos disfrutar ese legado gracias a la reedición-tributo Soluciones para todo menos para los problemas, lanzada en 2007 por MTM.

Sin más preámbulos, a continuación la historia de Hora Local y Mani Mouré en los días que planeaban alterar el orden no tan público del underground capitalino.

Hora Local en la muleta de un torero muerto

Despúes del boom de 1989 y del receso de 1990, en el nuevo año parece que será el periodo del decantamiento para el rock colombiano. Es la hora de la verdad para los grupos que sobrevivieron al boom de 1988. Kraken ya va por su tercer disco, Compañía Ilimitada lanzará el suyo en marzo y los integrantes de Hora Local, están metidos de cabeza en el estudio de sonido Ingeson produciendo su primer larga duración. El proyecto de Hora Local puede significar la apertura de un nuevo espacio para los músicos colombianos, pues se trata del primer grupo que se lanza con el respaldo de un sello independiente, Roxy Discos.

Los sellos independientes son pequeñas disqueras que con una mentalidad abierta e imaginativa y un sentido de la aventura, apuestan por las formas alternativas de la música, posibilitando el desarrollo de un sonido nuevo.

Las grandes multinacionales de la industria disquera solo invierten en un producto que ya este probado comercialmente. Las posibilidades de experimentación son pocas y la promoción casi nula. Estas pequeñas productoras fueron uno de los detonantes de la explosión del pop español. Grandes grupos como Duncan Dhu y El Ultimo de la Fila, pudieron llegar al acetato gracias a estos empresarios arriesgados. Mecano, quien ahora graba para la multinacional Ariola se da el lujo de vender un millón de discos.

Atraídos por la experiencia española, Roxy Discos y Hora Local, que son casi lo mismo, se lanzaron a conquistar el mercado nacional con una nueva propuesta.

Los cantantes, Luis Alberto Uriza y Eduardo Arias, el baterista Gonzalo Sagarmínaga; el guitarrista Ricardo Jaramillo, el bajista Fernando Muñoz y el teclista Andrés Rojas ponen la música y Karl Troller, José Gandour, Uriza y Arias ponen el billete.

La producción del disco le fue encargada a Mani Moure, uno de los Toreros Muertos, un especialista en esto de la producción. Para los integrantes de Hora Local la música es una forma de divertirse. Esto no quiere decir que no sean exigentes con su trabajo. Precisamente esa fue una de las razones por las cuales optaron por grabar con un sello independiente. En Colombia, no son muchos los productores de música moderna, la mayoría de grupos de rock que han grabado en este país han tenido que pedir prestados los productores a los baladistas.

Hora Local, en cambio, quiere hacer un trabajo profesional. Son rockeros en todo el sentido de la palabra. Sus canciones no tiene la petulante intención de moralizar o filosofar. Todo lo contrario, a veces recurren al sarcasmo y a la sátira para reírse un poco de las cosas que atormentan a otros. En noviembre de 1988 lanzaron un sencillo que tenía los temas: El rock no te necesita y Matanza en el bar. Este sencillo llegó a España por el correo de la brujas, José Gandour, se los mostró a Mani Moure y allí empezó la aventura de Roxy Discos y Hora Local.

Los planes de Roxy Discos no se agotan en el proyecto de Hora Local. Lo que viene es más interesante. Se trata de romper un poco con la cultura del concierto de bar y del concierto macro, tipo Bogotá en Armonía para promocionar más, pequeños conciertos ante unos 800 o mil espectadores.

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